REFUGIOS/AUSENCIAS/ABANDONOS

La estructura que organiza el espacio es algo que te marca.

Habitar un lugar es una cuestión compleja ya que estamos condicionados por la geografía del lugar, las nuevas tecnologías,el uso del tiempo como mercancía, la pertenencia a un estatus social, etc.

La especulación conlleva a la movilidad y esto a la reestructuración y reorganización del espacio y a la inclusión de significados nuevos.

Los movimientos de la multitud designan nuevos espacios con nuevos usos. En sus trayectos establecen nuevas residencias efímeras. En su nueva movilidad, la multitud asigna a los espacios públicos de tránsito los significados y usos propios de los ámbitos domésticos: lugares para el descanso y el sueño, para la nutrición y las relaciones íntimas, etc. la multitud se apropia temporalmente del espacio.

La ocupación de los espacios por la población no viene dada por una conceptualización preexistente sino por una necesidad práctica que tiene un carácter inmediato y fugaz.

En un panorama tan complejo y mutante como el que nos referimos, un tipo de población que vive en la periferia del sistema social y se encuentra en una situación de enorme inestabilidad, está cambiando contínuamente los usos de una pequeña porción del espacio urbano, de ese espacio que por no tener “propietario presente activo” permite un cierto margen para su ocupación temporal. Son éstos espacios semi públicos (de todos y de nadie); en ocasiones espacios deteriorados y/o semiabandonados que en el paréntesis de su rehabilitación acogen a estos nuevos inquilinos y sus habitáculos.

LA CALLE EN LA CASA – LA CASA EN LA CALLE

Uno de los indicios que caracterizan a ciertas poblaciones que se encuentran en “carencia límite” es la carencia de espacio.

La condición de carencia de espacio lleva a una situación ambivalente: el no poseer espacio convierte en bueno para habitar cualquier lugar. Esto conduce a redefinir por el uso, lugares a los que se les aplica un cambio de significado.

Los lugares que son de todos ( con propietario ausente, lugares públicos, de tránsito, en ruinas, …) son lugares en los que es posible establecer residencia inmediata y temporal.

El espacio queda así reinterpretado como uso y como propiedad

Trato de hacer una obra contextual inserta en el tiempo en que vivimos, que responde a una realidad exterior filtrada a través de una visión personal conectada con la realidad social. No hablando de una manera explícita sino poética.

A través de una estrategia de diálogo de contrarios manejo nociones o conceptos con el binomio interior-exterior, calle- casa, individualidad – colectividad, refugio temporal – vivienda permanente, construcción – destrucción,…

No mostrar lo ya conocido sino reeducar la percepción mostrando realidades extraordinarias y profundamente intranquilizantes.

Elaborar una relación de imágenes complejas con elementos cotidianos.

Cobijos, refugios o lugares de tránsito que invitan al público a entrar, a posicionarse en él.

Hablo de una arqitectura del ideal – irreal, la posibilidad de una ausencia remarcada, de proponer un espacio reinterpretado.

Ideas habitables, de vacíos para alojar el tedio, para aposentarse y habilitar el sentido del lugar, del lugar del lugar, del ambiente hábil. Así como si habilitar significara habitable.

Forzando los límites entre la realidad y la apariencia a través de la manipulación de las imágenes creando la confusión en el espectador.

Modificación de la visión domesticada de nuestra “ idea de realidad” activando los mecanismos intelectivos del espectador que le haga despertar a la reflexión de lo que está viendo. Instalar la duda.

Impulso deconstructivo, rompiendo las relaciones lógicas convencionales entre imagen y significado, ocultando el sentido de lo real.

Relatar otros mundos subjetivos, narraciones lineales, imágenes fragmentarias siempre en contacto con la realidad desaparecen en pos de imágenes de simultaneidad del todo en todo.

Elementos constructivos y ornamentales conviven en una misma imagen.